martes, 26 de mayo de 2009

Un clavo saca otro clavo o sobre como entender a los dirigentes argentinos.


Tras la derrota del último sábado frente a Estudiantes, en La Plata, la comisión directiva de Argentinos Juniors decidió darle salida a su (ex) entrenador Claudio Vivas. Como el propio técnico explicó luego en vestuarios y con lágrimas en los ojos “estoy mal, por que agarre al equipo último y lo dejo último”. Hasta aquí una escena que sólo toma una relevancia mediática extra por el llanto que el ex ayudante de campo de Bielsa no pudo contener. Lo que llama particularmente la atención es el plazo que la (por lo general) centrada dirigencia del Bicho le dió a Vivas. Mas allá de que el equipo logró pocos resultados positivos y contados momentos de buen funcionamiento, la pregunta que desde aquí nace es ¿Por qué entonces se buscó a un técnico que hizo su carrera como formador de juveniles?, ¿No saben acaso ellos, dirigentes de “la cantera del mundo”, que para foguear a los que vienen de abajo se necesita como mínimo tiempo?, ¿ Cuál era la necesidad de exigirle resultados inmediatos, si lo que mejor hace Vivas es meter ojo en las juveniles para subir jugadores de calidad y alimentar las arcas con la cosecha propia?, ¿Cuál es, a que apunta, un proyecto que sólo depende de ganar o ganar la fecha que viene? ¿Cómo se hubiera sostenido en el tiempo?
Al menos desprolijo el manejo de la C.D que encabeza Luis Segura (presidente de Argentinos y hombre de peso en AFA).
Con la salida consumada de Vivas, la dirigencia rápidamente contrató a Claudio Borghi, ídolo de La Paternal, con Libertadores incluida en su curriculum como jugador y participación en la final Intercontinental frente a la Juventus (finalmente campeón por penales de dicho trofeo) de Michel Platini entre otros monstruos; Como técnico los laureles del Bichi son conocidos, sobre todo por los cuatro títulos consecutivos conseguidos en Colo-Colo de Chile, país donde terminó su carrera como jugador (Santiago Wanders) y dió sus primeros pasos como entrenador ( Audax Italiano). Como player fue un exquisito y sus equipos tenían mucho de su estilo y eso lo hizo llegar a Independiente, sin embargo, la vorágine de nuestro fútbol y la falta de resultados, terminaron rápidamente con su paso por Avellaneda.
Entonces ¿Cuál es la lógica de contrataciones que impone Argentinos?, ¿por ser de la cuna se le va a dar más tiempo que a Vivas?, ¿Los resultados seguirán estando por arriba del juego?, ¿Alguien piensa que Borghi va a salir a ganar de cualquier manera y después buscará regularidad? ¿Se invertirá en jugadores o se apostará a Inferiores como históricamente se hizo en La Paternal?
Situaciones ilógicas, que llenan de dudas, las lágrimas del ex Dt motivaron estas líneas, me dolió ver a un tipo sano, laburador, conocedor del paño como Vivas irse envuelto en la locura de un fútbol argentino que día a día, viaja a más velocidad, de la que no deja ver, que ciega a dirigentes, hinchas y periodistas y genera que hasta en buenos dirigentes, no haya espacio para la clara reflexión ni la memoria , ni menos aún la sensatez…recuerdo a Victor Púa entrenador uruguayo que llego a Central y duró dos fechas ( fue expulsado de su cargo luego de perder un clásico) y más acá en el tiempo la no renovación a Miguel Russo en Boca luego de conseguir la Copa Libertadores ( la que hoy añora luego de la reciente eliminación).
Tanta velocidad no deja ver, nos quieren estancar en el exitismo perpetuo, no hay lugar para el error. Sin embargo la magia de la pelota no nos indica lo mismo, siempre que haya goles, caños, sacrificio, garra, gente en las tribunas, bombos y banderas el espíritu se mantendrá latente. Aunque,claro, no se puede evitar desconocer esta otra esquizofrénica faceta que propone el Mundillo que rodea al fútbol.

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