Y me pidieron que lo reviva para un Suplemento Local. Acepte contar una historia enorme en 30 líneas...Quedo esto.
"Una epopeya sin antecedentes, esa remake de David versus Goliat no tenía antecedente alguno hasta aquel 16 de octubre de 1968. Ese Estudiantes Campeón del Mundo de Zubeldía no sólo cosecho títulos. Sembró escalonadamente anécdotas, historias, mitos y leyendas. Ni el más romántico hincha de Estudiantes o lo que es lo mismo decir: Mariano Mangano nunca soñó desenlace semejante. Lo que iba a ocurrir después de elegir al Osvaldo Zubeldía como guía de la escuadra albirroja no cabía ni en la más estrafalaria cabeza pincha.
Aquel grupo de hombres paso de ser un equipo chico a un equipo respetable, luego fue el campeón más taura entre los tauras para mutar luego a inolvidable, a trascendente y absoluto. Escribió su historia de una manera única con un argumento que no acepta grises. A aquel Estudiantes se lo respeta o se lo desprecia, pero nunca se lo podrá olvidar ni tildar de ausente o frío en las citas clave.
En el juego la primera presión la ejercía el pincha con el cabezazo de Conigliaro en la Bombonera encuadrado en el partido de ida, en ese 1-0 que a algunos le pareció poco, sin embargo en la previa de la revancha Estudiantes se mostraba confiado Malbernat decía " El ambiente se lo genera Estudiantes", Poletti agregaba "No estoy preocupado en absoluto, si mi arco esta en cero traemos la Copa", otro que soltaba la lengua era Bilardo que apuntaba a un clima "pre-fabricado" y el técnico remataba tras ser consultado si temía por la confiabilidad del árbitro "Mi mayor preocupación es ahora el avión, que no me gusta" Quedaba por sentada la seguridad y la confianza del León. Mucho más después de aquel Cabezazo de Verón en un Old Trafford que nunca olvidara ese apellido, más allá del empate Rojo sobre el final. La Copa era de Estudiantes desde hacia rato.
Aquel plantel buscó el mejor lugar para escribir su historia más preciada. Viajó a la cuna del fútbol y se acomodó en la casa del Manchester United donde a mediados de los sesenta generaba (con motivos respetables) el mito de equipo imbatible. Aquellos Diablos Rojos tenían en sus filas a siete jugadores de la Selección inglesa con algunos nombres imborrables de la historia futbolera como Bobby Chartlon, el irrepetible George Best y un defensa como "Nobby" Stiles (expulsado en Argentina). A esos apellidos Zubeldía los contraresto con estrategia, concentración, mente despierta y corazón caliente. Ese día los Poletti, Manera, Pachamé, Madero, Verón , Bilardo y Malbernat se instalaron para siempre en el imaginario que baña las memorias futboleras.
Estudiantes no sólo trajo la Copa del Mundo a la ciudad en aquel 68, ese equipo hizo algo mucho más definitivo. Hizo que el Mundo hable de la Ciudad de La Plata como nunca antes."