Apenas un tiempo atrás, para determinadas situaciones, en el fútbol parecía haber verdades de Perogrullo para ejemplo sirve la siguiente definición “para salvarnos del descenso vamos a tener que sumar muchos puntos”. Nada más lógico, el tema es el modo de conseguirlos.
En los últimos torneos se ha percibido el esperado recambio generacional de técnicos, por ende, una nueva forma de leer el juego, de encarar los partidos más cerca del arco rival, sin tantas ataduras y tomando riesgos, así también, interpreto, se empezó a equilibrar nuestro querido juego del balompié. Este nuevo mensaje les quitó el miedo a los equipos no poderosos y ahora parece haberle quitado el miedo también a varios dirigentes. Sino, analicemos que técnicos fueron a buscar los equipos comprometidos en la zona de descenso y promoción para esta temporada que define la estadía o no de varios equipos en la elite de nuestro fútbol.
Descenso directo
Chacarita (1,000): El promedio medio más bajo. Luego de cinco derrotas consecutivas tras su regreso a la primera división, sus dirigentes decidieron dar por terminado el ciclo de Ricardo Zielinski y buscaron el nombre de Fernando Gamboa, el Negro venía de una muy buena primera experiencia como técnico de Newell´s sumando muchos puntos, poniendo jugadores del club y por sobre todo con una filosofía de juego vistosa y ofensiva. Ya había realizado un muy buen trabajo como DT en las inferiores de Boca.
Gimnasia y Esgrima (1,095): El equipo del bosque platense viene complicado. En la temporada anterior consiguió salvarse del descenso en una definición casi épica para la gente del lobo, remontando un 3 a 0 en la revancha de la promoción. Terminando el anterior torneo el cuerpo técnico encabezado por Leo Madelón decidió dar un paso al costado por no poder conseguir los puntos deseados, se contrató a un hombre de la casa como Pablo Fernández pero su ciclo duró apenas 9 días. Las exigencias y las presiones sobrepasaron la palabra dirigencial y los cañones de la salvación apuntaron a Diego Cocca, quizás el técnico más “lírico” tras la salida de Cappa de los terrenos criollos. Con muy buenos antecedentes al frente de la Comisión de Actividades Deportivas de Comodoro Rivadavia(más conocida como la CAI) en la B Nacional y luego de su auspiciosa presentación en la primera de la mano de Godoy Cruz, donde su fútbol de toque y rotación logró máximos elogios, la gente de Gimnasia optó por esta alternativa para enfrentar un semestre que asoma muy complicado.
En promoción
Godoy Cruz (1,140): Con el ciclo de Cocca terminado tras incovenientes con los dirigentes y a pesar de las aprobaciones antes nombradas, los que toman decisiones en Mendoza apostaron a no salirse de esta línea y buscar un orientador con vocación ofensiva. Así dieron con el nombre de Omar Asad sin experiencia en Primera pero con buenos pergaminos en la reserva de Vélez Sarsfield. El Turco es de lo más auspicioso que presenta el torneo en mi humilde intepretación.
Racing Club (1,147): Un grande apremiado hace rato con el descenso y las promociones, que consiguió con Caruso Lombardi, un buen ejemplo de entrenador sacapuntos,zafar de dicha instancia sin embargo con el nuevo torneo los esquemas defensivos ya no tuvieron tanta aceptación en la gente. Luego de lograr la permanencia la gente de la Acadé pretendía arriesgar un poco más y salir a ganar en todas las canchas sin tapujos ni especulaciones, pero, la venta de los valuartes de aquel equipo y las incorporaciones sin renombre conspiraron contra la continuidad del ciclo que de todos modos terminó con aplausos de reconocimiento para un laburante del ascenso que dejó a Racing en Primera. Hoy en una similar situación de angustia el técnico elegido es Claudio Vivas, pichón de Bielsa como pocos es un entrenador con una clara predisposición al ataque, le gusta jugar con tres delanteros y sin guardarse nada. A esto hay que sumar que Racing ha sido de los que mejor incorporó para este torneo, sumando potencial a su ofensiva y laterales con llegada.
Bienvenida entonces esta nueva generación de técnicos atrevidos, con espíritu ganador, hambre de gloria, que no se encuentran atados a las viejas mañas o a las verdades del café. Mi memoria me dice que esto quizás haya tenido semilla en Ardiles y su llegada a Racing hace unos años y que la continuidad y confirmación fue con Simeone en Estudiantes, que siguió con Cagna en Tigre, que se refundó en su extremo con Cappa en Huracán y que tuvo secuela en los casos antes nombrados. La apuesta vale para ellos y para los dirigentes que confían en estos proyectos que favorecen al espectáculo, aunque claro, no somos ingenuos en algunos casos se nota la convicción y en otros, la más absoluta desesperación. Esta postura, para no menos de tres dirigentes, parece consultada con un tal Pilato.
Pd: De recordar otros entrenadores para completar la cadena, bienvenidos sus mails y comentarios.
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