Antes que nada reconocer que a todos nos ha pasado en la vida, en momentos lógicos de esperar y en otros, en mi caso asumo, innecesarios.
Empiezo así por que al momento de opinar o criticar a los protagonistas reales de un acontecimiento deportivo, el periodismo suele caer de modo despiadado, y siempre queda la sensación de quien fuere que habla, siempre tiene la virtud de poder tirar la primer piedra.
Aclarado el punto, el análisis de la derrota de Boca en su casa, que terminó en eliminación de Copa Libertadores con finalización de invicto(como local por este torneo) de seis años incluido.
Entiendo que Ischia cometió un error vital para seguir su camino hasta ayer, parejo, correcto, a la cabeza del xeneize. Pensar en no ser River, aunque sea por un momento, haber entrado en el Pan y Circo que proponen algunos medios (Bianchi nunca lo hizo, pero hay uno sólo).
Ischia se pasó mas de una tarde pensando en la posibilidad de no tocar fondo en la tabla de este Clausura por eso, interpreto, arriesgó demasiado a un plantel tocado físicamente el fin de semana frente a Arsenal, demasiado riesgo gratuito.
Ayer la consecuencia se vió en la cancha, Riquelme inexpresivo, Palacio perdido, Battaglia acalambrado en ambas piernas, Morel corriendo de atrás y Cáceres un cambio más bajo de lo recomendable. Luego si Figueroa entra y no lo hace Mouche por su amistad con Román, es un tema que quedará en la consciencia del DT.
El riesgo, el desafio, que le propusieron los pescadores de escándalos funcionó a la perfección y el segundo pelado más famoso de la Rivera, picó. Entró fácil al juego que le propusieron los que quieren al manager general (Carlos Bianchi) en su puesto y así fue perdiendo peso, pero sobre todo se perdió el objetivo.
No ser River, no debió estar nunca en el pensamiento del líder del plantel, demasiado apoyo entonces puso en Riquelme y este apenas pudo devolverle gotas de talento en el campo de juego, donde más aporta el 10, evidentemente.
Para el final, otro punto que no se tocará demasiado supongo (espero equivocarme) varios de los integrantes de este plantel, forman parte de un generación esplendorosa, que en 20 años será añorada y no será fácil de igualar. Apellidos como los de Abbondanzieri,Morel, Battaglia, Vargas, Riquelme, Palermo, Palacio, merecen como mínimo respeto por lo conseguido, algún día tenían que perder. Puede pasar, cinco de estos voltearon al Madrid y al Milán, y el resto se cansó de dar vuelas en Argentina y en otras competencias internacionales. Hoy varios serán tildados de ex jugadores y otros de camarilleros. Este blog, prefiere tener memoria.
Esto no deja de ser una competencia deportiva (aunque quieran vendernos otra cosa) y la misma exige que haya un vencedor y un vencido para no perder su espíritu lúdico. Perder no es ser perdedor, es parte del juego. Y a Boca y a este plantel ,si un mote no le calza es el de perdedor.
Empiezo así por que al momento de opinar o criticar a los protagonistas reales de un acontecimiento deportivo, el periodismo suele caer de modo despiadado, y siempre queda la sensación de quien fuere que habla, siempre tiene la virtud de poder tirar la primer piedra.
Aclarado el punto, el análisis de la derrota de Boca en su casa, que terminó en eliminación de Copa Libertadores con finalización de invicto(como local por este torneo) de seis años incluido.
Entiendo que Ischia cometió un error vital para seguir su camino hasta ayer, parejo, correcto, a la cabeza del xeneize. Pensar en no ser River, aunque sea por un momento, haber entrado en el Pan y Circo que proponen algunos medios (Bianchi nunca lo hizo, pero hay uno sólo).
Ischia se pasó mas de una tarde pensando en la posibilidad de no tocar fondo en la tabla de este Clausura por eso, interpreto, arriesgó demasiado a un plantel tocado físicamente el fin de semana frente a Arsenal, demasiado riesgo gratuito.
Ayer la consecuencia se vió en la cancha, Riquelme inexpresivo, Palacio perdido, Battaglia acalambrado en ambas piernas, Morel corriendo de atrás y Cáceres un cambio más bajo de lo recomendable. Luego si Figueroa entra y no lo hace Mouche por su amistad con Román, es un tema que quedará en la consciencia del DT.
El riesgo, el desafio, que le propusieron los pescadores de escándalos funcionó a la perfección y el segundo pelado más famoso de la Rivera, picó. Entró fácil al juego que le propusieron los que quieren al manager general (Carlos Bianchi) en su puesto y así fue perdiendo peso, pero sobre todo se perdió el objetivo.
No ser River, no debió estar nunca en el pensamiento del líder del plantel, demasiado apoyo entonces puso en Riquelme y este apenas pudo devolverle gotas de talento en el campo de juego, donde más aporta el 10, evidentemente.
Para el final, otro punto que no se tocará demasiado supongo (espero equivocarme) varios de los integrantes de este plantel, forman parte de un generación esplendorosa, que en 20 años será añorada y no será fácil de igualar. Apellidos como los de Abbondanzieri,Morel, Battaglia, Vargas, Riquelme, Palermo, Palacio, merecen como mínimo respeto por lo conseguido, algún día tenían que perder. Puede pasar, cinco de estos voltearon al Madrid y al Milán, y el resto se cansó de dar vuelas en Argentina y en otras competencias internacionales. Hoy varios serán tildados de ex jugadores y otros de camarilleros. Este blog, prefiere tener memoria.
Esto no deja de ser una competencia deportiva (aunque quieran vendernos otra cosa) y la misma exige que haya un vencedor y un vencido para no perder su espíritu lúdico. Perder no es ser perdedor, es parte del juego. Y a Boca y a este plantel ,si un mote no le calza es el de perdedor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario