En este sitio lo fundamental es no perder el ritmo, despuntar el vicio. Como Periodista Deportivo hoy es difícil ganarse el pan y ni les digo escribir, expresar un sentir en un medio...Aquí se intentará dar rienda suelta a la improvisación, la innovación, la opinión y hasta el humor. Espero que lo disfruten tanto como espero disfrutarlo yo.
lunes, 12 de julio de 2010
Lo Del Bosque no quita lo Mourinho
Ya está. Pasó Sudáfrica. Quedó España. Se viene Brasil 2014 y nosotros seguimos tachando palitos, a lo preso, de a cuatro. Será tiempo de escuchar a los mismos portadores de causas ajenas, a los que se vanagloriaron con Italia o el Inter antes, a los que se cuelgan la medalla de España o del Barcelona ahora. ¿No pueden valer las 2? Me pregunto que sentido tiene pararse en una vereda con ese celo ardiente, cuando los dos métodos, al ojo disímiles, tienen la misma meta. Ganar. Basta solo con repasar las declaraciones de los jugadores de los planteles finalistas antes de la final, ahí hubo unificación. “Ahora sí, queremos ganar como sea” Lo dijo Iniesta (el mejor de todos) por el lado español y lo aplicó (mal) Holanda cambiando un golpe por golpe por un golpe a golpe justo en la final. Ambos estilos, hoy caracterizados por Lippi o Mourinho y Del Bosque o Guardiola, se destacan por que en lo parece sencillo hay mucho (pero mucho) trabajo. No es todos atrás, ni es todos para adelante. Por citar ejemplos, ambos estilos saben como usar la pelota detenida, sacan provecho de ella. Ambos estilos avanzan con mucha gente lanzada en ataque, aunque en el inicio esperen a sus rivales o los vayan a buscar, por que unos apuestan a la velocidad o a la mixtura de sus jugadores y los otros en darle valor a la técnica individual de la mayoría. Y para defender (esto que parece un pecado capital) todos han mostrado una bravura similar. De hecho terminan siendo más violentos los “líricos” por desventaja numérica o por desconocimiento de la causa (esto si es un pecado).
Sí al final ganar es lo que importa, ¿Qué intentamos demostrar cuando nos plantamos en una vereda acérrima a otra? ¿Necesitamos un rival para poder darle sentido a una idea? ¿Es necesario mirarse o buscar mirarse siempre en el espejo del ganador?
Trasladado a nuestra Selección, estaría mejor buscarnos en el espejo propio desde la base o mejor aún, desde la cabeza. ¿Cuál es el sentido de darle chances a Basile, Passarella, Bielsa, Pekerman, Maradona…esta claro que es un albedrío y también esta claro que el único objetivo es ganar. Por que de búsquedas de identidades…poco y nada, todos bien diferentes. Ni hablar los campeones mundiales. Salvo en el caso de Pekerman hubo algo de esto que se reclama, pero su bajo perfil lo condenó, muy por encima de sus decisiones tácticas, querer achacarle que dejó afuera a Messi en su debut mundialista parece una excusa muy poco válida después de los que vimos de Lio titular y consagrado. Queda demostrado que no la encontramos porque no la buscamos bien o por que nos da modorra buscarla o por que no conviene. Desconozco absolutamente.
Lo que no desconozco y queda en evidencia, es que es parte “de la nuestra” buscar enemigos, fantasmas, colgarse medallas, ningunear a ganadores y derrotados (este termino bien revisteril, que también es aplicable al futbol que, ergo, también tiene mucho de cabaret). Si se grita lo ajeno como propio, pero no hacemos nada por lo propio. Si en lo propio no aceptamos la diversidad y lo ajeno no es distinto sino enemigo. Si así nos vamos a seguir manejando, con antinomias sepia en épocas del 2.0, estaremos perdidos y seguiremos tachando palitos de a cuatro por mucho tiempo más.
Finale
Felicitaciones, no sólo para España por ganar, sino a todos los que trabajan en serio para intentar mejorar algo. Allí, en ese lugar silencioso, hay un triunfo que se oculta, que no se deja ver, pero que nos deja dormir tranquilos, después la coronación llegará sola.
*la imagen pertence a thezonecasualite.blogcindario.com
miércoles, 7 de julio de 2010
Busca el título en el final.
Preso de sus palabras vive el hombre. Pero el tipo, exento de toda condena terrenal, simplemente suelta, libera, desprende, independiza conceptos a los 4 nortes y como digno ser divino no es juzgado por ello, al contrario. Él es libre de sus palabras. Una vez que las esgrime son de todos y pierden su valor salvo en excepciones, cuando cualquiera de estas frases pasan de irrepetibles, inaceptables o incoherentes a ocupar un lugar en la jerga popular y se instalan para siempre en el ideario colectivo.
Diego Maradona. El hombre que usa y abusa de sus dichos, que dice y se desdice, hoy, aunque el nunca lo sepa, me ayudo con el nombre de esta nota que, notarán ustedes, tiene la particularidad de llevar el título al final del texto.
Analizar futbolísticamente lo que pasó en Sudáfrica con la selección es algo que he tratado de evitar, he escuchado de todo y a todos. Y me cuesta aún desentrañar el misterio.
No el táctico, por que hubo errores evidentes.
No el de la gente, que se manifestó en incontable cantidad a demostrarle al ídolo su amor inquebrantable
No el de los “peces gordos”, que le dan libertades por que Cristina y Julio lo van a utilizar hasta el cansancio y poco les importa que sea de él. Permítanme interpretarlo así.
El misterio que se me plantea es un poco más personal, más profundo, es el que me lleva a preguntarme por qué debería seguir y por qué no. “Contras y pros”si se quiere. La realidad es que se mejoró bastante de las eliminatorias hasta el partido con Alemania, al punto de ilusionarnos (me) con la idea de mejorar el (entiendo) 5to puesto que ya se aseguró.
Pero no, algo falta, entonces me pregunto.
Quiero para la selección un soberbio irremediable?, Quiero un tipo irrespetuoso de nuestra profesión? Quiero gestos altaneros? Quiero que se desvalorice la palabra? Definitivamente no.
Quiero cuidar al ídolo que fue? Quiero que se curta como técnico y que, quizás, sea campeón con Boca o con el Nápoli? Quiero un Diego abierto al dicenso? Por supuesto que si.
Tranquilos que ya sé que a Diego o a varios les importa poco lo que opine yo. Lo sé perfectamente. Pero me ayuda a pensar en mi postura final. La frase la dijo el 10, en referencia al equipo alemán que nos metió cuatro y nos lavó la cara y es, justamente, la misma que inclina mi balanza a la hora de pensar en una continuidad de Maradona en el cargo. Si todo va a ser así, agua va, entonces prefiero no. “No nos comamos el chamuyo, no nos comamos la mentira”. La de nadie.
*La imágen pertence a elcircodelfutbol.blogspot.com
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