sábado, 28 de mayo de 2011

El Barcelona y mi diván


Para entender mi no enamoramiento con el Barcelona hay que hacer una breve recapitulación por pequeños hechos de mi vida, brevísima, con un valor que roza lo irrelevante. Señalo esto por que cualquier comentario que me aleje de la máquina lanzadora de dulce de leche hacia el multicampeón probablemente suene a resentimiento y créanme, poco hay de eso.

No tengo nada contra el equipo en si, ni contra su estilo (muchísimo menos esto último, ¿a quién puede disgustarle?) de hecho cuando más joven mi duelopersonalfutbolero a nivel Europeo era con mi hermano y por tele. Eso me llevaba a ir contra el imperio del Real Madrid que mi "fratello" apoyaba, con el agregado de que en aquellos tiempos (finales de los 80´s hasta finales de los 90´s) era amo y señor de Europa y por decantación mi simpatía se poso en un Barca que tenia los zapatazos de Koeman, a los hermanos De Boer, a Litmanen, y lo último de Romario, en fin, mucho de aquella base del Ajax y el talento del brasileño, no más. A nivel local, este simpático juego de enfrentarnos nos llevaba al viejo torneo de la B donde las diversas influencias familiares (triperas y pinchas) tuvieron efecto inverso y me llevaron a hacer fuerza por el Huracán de Puentedura, De Felippe y Barrios que allá lejos y hace tiempo era entonces rival directo de Banfield (que tenia a Wensell por citarle alguno de ellos) y que, claro esta, era apoyado por mi hermano mayor. Le ganamos el ascenso por penales, lo vimos juntos por canal 9 y lo cargue un poco. Huracán ascendió y mi simpatía por el Globo descendió considerablemente, pero eso es otra historia. Volvamos al no amor por el Barca.

De muy chico viví mucho tiempo con mi abuela materna en el centro de la ciudad, yo era una pulga bacana, con perfume y gomina, Elsa (que en paz deje descansar a los santos) me tenia como a un archiduque, me iba a buscar en taxi al colegio (aunque estaba a 3 cuadras de su departamento), me servia con chocolatada y galletitas de todos los colores frente al tele de patas cruzadas y todo así hasta que mi vieja me venia a buscar. En esos tiempos de edificio céntrico empecé a conocer a los cogotudos, a los refinados, a los lindos, felices y ganadores.

En la adolescencia y primeros años de secundaria anduve por el colegio Belgrano donde había varios de estos o descendientes de estos, aunque en pose rebelde. Sin saberlo yo era loser. Había tenido una temporada-espejismo que me podría haber arrimado a esa calaña pero de base era otra cosa. Madre y padre laburantes, nunca sobro nada salvo cariño en esa crianza. En mi primer etapa de secundaria la pase mal. Me hicieron sentir mal, aunque no les había hecho nada. Simplemente no pertenecía. No era ni lindo( o eso me hicieron creer), ni feliz (en ese lugar) ni ganador. Por eso asenté las bases de mi conducta, de mi pensamiento, de mis modos y de mis formas bajo los techos de chapa de la humilde Media 27. Allí fue, aún sin conocer a Kafka, que me reivente como persona.

Los lindos, exitosos y felices no formaron parte de las cosas que me encantaron de mi crecimiento, pase de detestarlos a sentir pena por ellos.

Y ustedes me dirán que me fui al carajo y yo les diré que si. Pero también les digo que si no les explicase yo esta parte, sería imposible fundamentar por que no caigo rendido a los pies del mejor equipo de fútbol que mis ojos (que no se cansan de ver rodar la N°5, de ahí la intro, saquen cuentas) han visto.

Por que lo vi cuando padecía las victorias de su rival y ahí lo quise. Y fue en ese momento cuando, sin saberlo, se construía a la sombra del poderoso para ser lo que es hoy, el puto amo. Aquel Barca que sufría era mi equipo. Este Barca es la magnificencia que me empalaga.

Hoy todos los demás se miden con él, ni siquiera lo enfrentan. Más de la mitad sucumben ante su poderío, el resto hace lo que puede y a la fecha está 2 escalones arriba del resto. Dos escalones grandes. Hace un ratito nomás consiguió su 4ta Copa de Europa (esa que se le negaba antes y el Madrid levantó como once veces) y hace rato también que el club y sus jugadores son lindos, felices y exitosos.

Lo que quise antes se transformo en lo que no quiero tanto y mi objetividad para contarles lo que me pasa con el Barca me deja de diván.

Pd: Si quieren una opinión futbolera hay 14.000 diarios y en el archivo de este honesto blog hay no menos de 5 notas sobre este equipo simplemente maravilloso.






#la imagen pertenece a Marca.es

1 comentario:

  1. Walter Vargas ' Ja. Me gusta ese tono zumbón, una especie de macedonio sazonado con un jauretche siglo XXI y una pizca de cognac de Perec. Abrazo.

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